jueves, 24 de noviembre de 2011

Empiece el cambio

Las urnas hablaron el pasado 20N. Tal y como preveían las encuestas, infringieron un severo varapalo al partido que ha dirigido el gobierno en las dos últimas legislaturas y auparon con mayoría absoluta a su principal opositor. Éste ha abogado a lo largo de toda la campaña por la necesidad de grandes cambios. Pues bien, en mi opinión, uno de los primeros que tendrían que llevarse a cabo es la reforma de la ley electoral, porque no es razonable, para empezar, que en unas elecciones generales (no autonómicas), un partido que se presenta en todo el territorio, con casi el cinco por ciento de los votos, obtenga 5 diputados, y otro nacionalista, con un porcentaje algo menor, logre 16. Otro cambio aclamado por la ciudadanía que podrían llevar a cabo desde ya los nuevos representantes del Estado en estos tiempos de grave crisis económica, más paro que nunca y pérdida de poder adquisitivo es renunciar a parte de su sueldo, o de sus dietas, teléfonos móviles y tarjetas de crédito a cargo de los contribuyentes. A partir de aquí, estoy convencido de que será necesario, desde luego, llevar a cabo otra reforma laboral, recortes en varias partidas presupuestarias y, seguramente, alguna que otra congelación o reducción en la paga. Todo esto, con mucho trabajo, esfuerzo y sacrificio. Yo, me hago eco del llamamiento que al respecto hizo el domingo por la noche el futuro presidente acompañado de sus más cercanos colaboradores, independientemente de cuál sea mi ideología política. Lo único que pido como contraprestación es que empiecen ellos dando ejemplo.

lunes, 7 de noviembre de 2011

El debate televisado

Suele caracterizarse a la retórica como el “arte de persuadir a través del discurso”. En la Grecia clásica, los mayores expertos en retórica eran los Sofistas. Sócrates no les tenía en buena estima porque cobraban (y mucho) por sus enseñanzas, y porque no practicaban el diálogo, sino que procuraban a toda costa inculcar sus elucubraciones a quien tuvieran delante. Platón, por su parte, les consideraba meros embaucadores, más preocupados por el artificio o la vanagloria que por hacer prevalecer la verdad. Se cuenta que uno de ellos, Antifonte, era capaz de convencer a su auditorio de una tesis y, acto seguido, de todo lo contario. En nuestro tiempo, sus legítimos herederos son nuestros políticos. Anoche asistimos a una buena prueba de su destreza en el “debate” (que tuvo bastante de continuo cruce de acusaciones) mantenido por los dos que se consideran principales representantes del electorado de cara a los comicios que tendrán lugar el próximo 20N. La mayor diferencia que entiendo que hay entre éstos y aquéllos es que antes sólo necesitaban subirse, en cualquier momento que les apeteciera, a una especie de losa rectangular que hoy se muestra como resto arqueológico en el ágora de Atenas (con un cartelito en el que se lee “Speakers plataform”), y hoy requieren un plató televisivo que ha costado más de 500.000 euros, muchos días previos de preparación y ensayo de su discurso, y múltiples asesores a su disposición que les digan qué gestos es mejor que omitan, qué tono de voz han de utilizar y de qué color es la corbata que deben ponerse para tener “telegenia”.

jueves, 20 de octubre de 2011

El fin de ETA y de Gadafi.

Tenía ganas de que pasara esta semana y, con ella, las juntas de preevaluación de mi alumnado y la reunión de tutoría con los padres y madres de mi grupo de 1º de bachillerato, para sentarme a comentar el éxito de la movilización 15o de los indignados a nivel global. Pero en esta noche de jueves 20 de octubre, dos acontecimientos se erigen como máximos protagonistas de la actualidad y hacen que quiera dedicarles las siguientes líneas. El primero es la declaración de alto el fuego permanente de ETA. Celebro la noticia. Porque entiendo que supone el final de una situación absurda que ha causado mucho sufrimiento y ha hecho vivir atemorizadas a muchas personas durante años y años. Lo que ya no me parece tan bien es que se presente como el producto de de una “Conferencia de Paz Internacional” que tuvo lugar hace unos días en San Sebastián y que contó con la presencia, entre otros, de Kofi Annan o Gerry Adams. Porque los cuatro terroristas que quedaban en nuestro país apenas disponían de recursos para seguir cometiendo atentados sin caer en el intento, ya no recibían ni siquiera el apoyo de la izquierda radical del país vasco, y su “causa” se mostraba más ridícula que nunca. Vamos que más que a ser “mediadores” o “supervisores”, a lo que se han prestado esos personajes que accedieron a salir en la foto es a ser meros testigos de una especie de extrema unción (y para semejante viaje, no hacían falta tantas alforjas). Y que los de Bildu y compañía no se empeñen en hacer creer a nadie que aquí no ha habido vencedores ni vencidos, ya que ninguna de las históricas reivindicaciones de la banda ha sido alcanzada, buena parte de sus miembros van a pasar años y años en la cárcel (y los demás van a tener que buscarse un trabajo de ocho horas y madrugar), y los demócratas podrán pasearse por las calles por delante de quienes les miren de reojo ciertamente más fortalecidos y libres que nunca. El otro suceso que ha saltado a las portadas de los principales medios de comunicación de todo el mundo y que en estos momentos me tiene conmocionado es la muerte de Gadafi. Pienso que este sujeto también ha sido un fenómeno generador de enormes penalidades a su pueblo, de unos cuantos asesinatos de civiles y, todo ello, bajo un disfraz más propio de un payaso de feria, (ojo, invitado hasta hace pocos meses a sus “palacios” por los mandatarios de los principales países desarrollados, incluido el nuestro) que de uno de los mayores tiranos de la historia contemporánea. Pero lo deseable sería haberlo visto juzgado por un alto tribunal por todos y cada uno de sus crímenes y cumplir la condena correspondiente, y no, a tenor de lo que se ve en algunos videos, salvajemente linchado por quienes dicen querer construir una democracia en el Líbano. Y si la OTAN ha tenido capacidad para detener el convoy en el que al parecer huía, quizás también haya podido tenerla para capturarlo y sacarlo con vida de su ciudad natal… pero eso constituye otro de esos interrogantes sobre los que los pobres mortales jamás tendremos respuesta exacta por parte de quien está en condiciones de darla.
Seguimos.

jueves, 13 de octubre de 2011

Movilizaciones en favor de la Educación

El pasado viernes 7 de octubre asistí a la manifestación convocada por el alumnado de secundaria en Villena. Al terminar la misma, me sentí orgulloso de ser profesor suyo: por haber sido capaces de organizarla ordenadamente en menos de dos días, por el éxito de la convocatoria (con presencia de una nutrida representación de la AMPA), por las reivindicaciones que en tono distendido y ambiente festivo se realizaron a lo largo de la marcha por la Avenida de la Constitución. Al llegar a la plaza del Ayuntamiento, se leyó el siguiente manifiesto. Con lo único que no estoy de acuerdo es con el párrafo final, porque con jóvenes como los que se dieron cita en el acto, creo que no hay motivo para el duelo, sino más bien para sentir que con el paso del tiempo vamos a ser capaces de lograr, aunque cueste, una educación y un futuro mejor.








Buenas Noches:
 ¿Por qué nos hemos reunido en esta manifestación y en la sentada de ayer? Nos hemos reunido para luchar contra la mediocridad, contra la mala gestión educativa, contra aquellos que quieren dormir nuestras mentes, contra los que se muestran indiferentes ante nuestro futuro…

 ¿Cuántos de nosotros hemos necesitado alguna vez solventar alguna duda o hablar con un profesor? ¿Cuántos os habéis tenido que levantar para poder copiar algo de la pizarra? La clase se ha convertido en un mar de cabezas. Están todas abarrotadas y eso, al final, se nota en el rendimiento. El profesorado no da a basto y eso nos afecta, porque recibimos menos atención, porque provoca que todos los conceptos no nos lleguen con claridad, porque nos falta material como ordenadores o proyectores que NO nos facilitan.
¿Cuántos padres y madres que hay aquí sufren y luchan porque sus hijos tengan una buena educación? Supongo que a mis compañeros, como a mí, también nos preocupa la educación que tendrán nuestros hijos más adelante. Estamos cansados de escuchar que España es uno de los países con mayor fracaso escolar. ¿Por qué? Porque hay una desmotivación absoluta entre los jóvenes, porque el sistema educativo es repetitivo; año tras año dando los mismos conceptos… ¿Quién no se desmotiva así?
La sociedad está cambiando y nosotros formamos parte de ese cambio. Queremos que nos escuchen, no que nos oigan; creemos en la palabra y no en la violencia, creemos en la libertad y no en la manipulación, creemos en la educación y no en el interés… No nos ofrezcáis en vuestros programas lugares donde hacer un botellón, ofrecernos un futuro digno y prometedor. Somos el futuro, y os habéis olvidado de que existimos…
Por último pido que lloréis, porque al llorar sabemos que estamos vivos… Derramar unas lágrimas que esta sociedad está deseando derramar, llorar, pero no habléis, guardar un minuto de silencio: ¡Una educación competente y digna ha muerto!... y todos la echamos de menos…
¡¡Muchas Gracias!!

viernes, 7 de octubre de 2011

Octubre

El inicio de curso, como cada año, ha traído consigo la elaboración de las programaciones y los cuadernos con los nuevos grupos de alumnado, la corrección de pruebas iniciales, la preparación de las primeras clases… Todo este trabajo, claro está, ha habido que realizarlo la mayor parte en casa, al amanecer, a la hora de la siesta o en un ratito por la noche. Por eso, y por las demás ocupaciones que le caben a uno como padre de familia, no he tenido tiempo para dar continuidad, como hubiera sido mi deseo, a esta bitácora (sí he sacado algo para otras con las que desarrollo las asignaturas de Historia de la filosofía y Filosofía y ciudadanía). Sin embargo no me quejo, porque sigo disfrutando mucho con mi trabajo y sintiéndome muy gratificado cuando salgo cada día por la puerta del instituto. Bien es cierto que en este 2011-2012, me he encontrado con primeros y segundos de bachillerato a más de 35 y con que si, por ejemplo, pido una caja de chinchetas para colgar papeles en el corcho del departamento, la secretaria me da un par de docenas en un envoltorio, haciéndome ver que andamos muy justos de material. Lo que me entristece y hasta me parece insultante, es que haya personas como Esperanza Aguirre que no tengan reparo en decir o pensar que el profesorado de secundaria trabaja solo 20 horas a la semana. Si buscan chivos expiatorios para los problemas laborales que padece nuestra sociedad, que empiecen por poner en tela de juicio el “horario lectivo” de buena parte de quienes  en nuestro país cobran un sueldo por su dedicación a la política (muchas, “compatibilizándolo” con otro por sus “prestaciones”  en  empresas o despachos) y, ya puestos, lo que cobran por cada dieta,  asistencia a pleno, etcétera. Y antes de suprimir gastos en incremento de plantillas para bajar la ratio hasta las cifras que recomiendan los expertos en materia educativa, que recorten el número de asesores y personal contratado a dedo para ocupar un puesto en distintos entes, comités, fundaciones… Eso, por no hablar de mobiliario, automóviles con chófer, billetes en business, celebraciones u obsequios.  Capítulo aparte merece la cuestión de hasta qué punto el poder legislativo no tendría que haberse encargado de hacer algo para evitar escándalos como los que estamos viviendo estos días en relación con las multimillonarias indemnizaciones y prejubilaciones (pagadas con dinero público) de quienes han contribuido notablemente a la quiebra de importantes entidades financieras (con todas las consecuencias que eso está produciendo en sus empleados y en las cuentas del Estado). Las siete y cuarto. Hora de prepararse para ir al tajo.

sábado, 23 de julio de 2011

Julio

La recta final de junio en el instituto, participar como corrector en las pruebas de Selectividad  y como profesor en el Curso de Especialista TIC Universitario organizado por el Departamento de Didáctica General y Didácticas Específicas de la Universidad de Alicante, así como el traslado que estoy efectuando con mi familia a Villena, Alicante, no me han dejado tiempo para continuar con la bitácora últimamente. Tampoco creo que haya habido cosas destacables, a no ser las declaraciones hechas por algunos alcaldes de Bildu en algunos localidades vascas, al llegar sus fiestas patronales, en favor de los presos de la organización terrorista ETA (ya comentaré el fenómeno de esta formación en otro momento). Ahora, en vísperas de las vacaciones de agosto, dos noticias han llamado mi atención esta semana. La primera, la dimisión de Camps como Presidente de la Generalitat Valenciana, al decir suyo (considerándose perfectamente inocente de los cargos que se le imputan) y de destacados miembros de su partido, para no perjudicar a éste de cara a las próximas elecciones generales. La segunda, la llegada a España del equipo de asesores con el que contó el mismísimo Obama en su campaña electoral, para asesorar a Rubalcaba en todo lo tocante a la que él tiene por delante como candidato del PSOE. A poco que nos fijemos, hay algo en lo que coinciden ambas actuaciones: una máxima pretensión de cuidar o maquillar la imagen. Y aquí, no puedo evitar establecer una comparación entre lo que hacen individuos como éstos y el ejercicio de artificiosidad retórica del que acusaba Platón a los sofistas. Lo peor, claro está, sigue siendo que los problemas de fondo, sobre todo los que tienen que ver con la crisis económica que estamos padeciendo (que a punto ha estado de enviarnos a la quiebra hace pocos días junto a los italianos, con los griegos, portugueses e irlandeses), esos a los que tendrían que dedicar sus mayores esfuerzos nuestros representantes políticos, parecen ocupar un segundo plano entre sus principales intereses.
Mientras, hoy en Madrid confluyen las marchas del movimiento 15M que partieron hace algunas fechas desde distintos puntos de nuestra geografía. Estaremos al tanto de lo que traen consigo.

lunes, 20 de junio de 2011

19 J

Tenía yo mis dudas de lo que ocurriría tras el llamamiento realizado por el movimiento 15 M para que la ciudadanía se manifestara en las calles de las principales ciudades de nuestro país el 19 de junio. Máxime, tras los disturbios que tuvieron lugar la semana pasada en Barcelona a la puerta del Parlament de Cataluña. Porque esos lamentables actos de violencia provocados por algunos antisistema (entre los cuales había camuflados Mossos d’scuadra), fueron la excusa para que distintos mandatarios políticos, con el President de la Generalitat a la cabeza, proclamaran que la continuación de la acampada Sol o la que había tenido lugar en la Ciudad condal, estaba derivando hacia una lucha de guerrillas urbanas o una kale borroka (¡Qué barbaridad!) El caso es que ayer, en Almería, nos juntamos unas 3000 personas de distinta condición, algunas con nuestros hijos pequeños, Paseo abajo hasta la Plaza Circular, contentos y distendidos (sin apenas presencia policial) a seguir pidiendo más de lo mismo: que nuestros políticos se dediquen, de manera principal, a representarnos dignamente y como es debido (atendiendo a nuestras demandas prioritarias, con cualificación y profesionalidad, meritoriamente…), y que no se plieguen a los intereses de la banca y los mercados en detrimento desmedido del empleo,  las condiciones laborales y las pensiones de la clase trabajadora. Algo similar ocurrió en las demás concentraciones, algunas realmente multitudinarias. Ellos seguían ocupados consigo mismos en reuniones europeas, o tratando en el ámbito estatal un posible adelanto de las elecciones generales (para lograr el mejor resultado posible), o llevando a cabo, en los ayuntamientos, alianzas (algunas, ciertamente antinatura), y desencuentros…
La sensación que tengo hoy es que el 15 M no ha sido flor de un día, sino un pequeño árbol que, aunque se plantó avanzada la primavera, ha agarrado bien. Ayer dio unos primeros frutos y, a poco que se cuide, dará más…

martes, 7 de junio de 2011

Continuación

Si en Times Square, el centro de la ciudad de Nueva York, que bien podría considerarse el centro del mundo, hay desde hace muchos años una oficina de reclutamiento de marines del Ejército Norteamericano, con la bandera de barras y estrellas formada por luces de neón, y unos cuantos soldados repartiendo panfletos en los alrededores, no debería incomodarnos que en el kilómetro 0 de nuestra geografía se creara, por el momento, con palés de madera reciclables un punto de información sobre el movimiento 15 M que, según los sondeos, cuenta con el beneplácito de una gran mayoría de la población.
A estas alturas de su desarrollo, no obstante, esa misma mayoría y quienes más activamente lo representan, coinciden en la consideración de que la acampada Sol, como está ocurriendo con la de Barcelona y la del resto de ciudades españolas que hasta ahora tenían la suya propia, debe ir dando paso a otro tipo de presencia testimonial que sirva para recordar todo lo que ha ocurrido estas tres semanas, pero sin suponer una pesada carga ni causar molestias a nadie.
A partir de ahí, creo que la mejor propuesta surgida en sus últimas asambleas generales es la de convertir la plaza madrileña y todas las plazas en lo que fueron en aquella Grecia promotora de la democracia: un ágora, un lugar de encuentro al que se acuda puntualmente para dialogar en torno a lo que preocupa a cada persona en particular y a la polis en general.
En este sentido, pienso que el principal reto que tienen de ahora en adelante las organizaciones que en su día iniciaron esta movilización consiste en mantener la convocatoria de reuniones, con cierta frecuencia, allí donde resulte más viable la asistencia personal.
Se entiende que lo mejor es que nos juntemos en espacios físicos, que nos veamos las caras, que escuchemos nuestras voces. “Lo otro”, es decir, la intervención a través de las redes sociales u otros espacios virtuales que proporciona la Red, no deja de ser un sucedáneo. Sin embargo, como sí puede resultar máximamente relevante Internet (ya se ha demostrado) es como medio para llamar a la acción, gestionar la información y coordinar esfuerzos.
A este respecto, será muy conveniente unificar todas las páginas de las distintas plataformas que componen el movimiento a fin de transmitir el mismo mensaje.
Algo muy importante se ha conseguido, además de haber captado la atención de prácticamente todo el mundo y haber provocado una emulación a distinta escala en varios países: consensuar cuatro reivindicaciones fundamentales como son a) la reforma electoral encaminada a una democracia más representativa y de proporcionalidad real, con el objetivo adicional de desarrollar mecanismos efectivos de participación ciudadana, b) la lucha contra la corrupción mediante normas orientadas a una total transparencia política, c) la separación efectiva de los poderes públicos, y c) la creación de mecanismos de control ciudadano para la exigencia efectiva de responsabilidad política.
Otra cosa ciertamente crucial a lograr de cara al futuro es el establecimiento de cauces apropiados para conocer con la mayor amplitud posible las demandas la ciudadanía (a fin de comunicárselas a la clase política), como pueden ser las encuestas por vía telemática.
Por lo demás, ayudarán al sostenimiento de esta extraordinaria creatura, nuevos actos multitudinarios como la manifestación del próximo 19 de junio, o todos los que se vayan proponiendo a medida que las circunstancias lo requieran.

lunes, 30 de mayo de 2011

Cuestión de "limpieza"

Lo ocurrido en Barcelona el pasado sábado 28 de mayo me causa una tremenda indignación. Me refiero a la carga efectuada por la policía autonómica contra las personas acampadas en la Plaza de Cataluña a favor del movimiento 15 M.
En un principio, las imágenes aparecidas en distintos medios de comunicación me hicieron recordar ciertos pasajes de la película Gandhi, de Sir Richard Attenborough, en los que el imperialista ejército británico apalea a los parias de la India que ocupan las calles para reivindicar una serie de derechos fundamentales en actitud pacífica. Después, me han hecho pensar una y otra vez que la actuación de las fuerzas del orden fue realmente desproporcionada (porque las víctimas, en su inmensa mayoría, no respondieron violentamente), que había que haber intentado poner en práctica otras medidas no tan drásticas (una negociación más paciente, un desalojo sin utilización de material antidisturbios, incluso la detención de personas y su traslado a comisaría con posterior pago de una multa…)
 
Sin embargo, lo que más me indigna es que el argumento para justificar la intervención de los Mossos d’Esquadra fuera la “limpieza” del lugar ante la posible celebración por la noche, en sus cercanías, de la victoria de un equipo local en la Champions, que el Conseller de Interior (el cargo político que dio la orden) asegurara después que la medida había sido adecuada, y que el Ministro Rubalcaba apenas se pronunciara al respecto, quizás más preocupado en esos momentos por ser el sucesor en las filas del Partido Socialista Obrero Español de su Secretario General y Presidente del Gobierno.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Viaje a Sol

He ido a Madrid. Y he preparado el siguiente artículo para la revista Alambique del IES Abdera que coordina Isabel, mi mujer. No me resisto a subirlo al blog.

Martes, 24 de mayo. He terminado de trabajar a las tres. Nada más comer he cogido el coche y,  desde Adra, he puesto rumbo al kilómetro 0.
Cuando terminé la carrera hice una tesina titulada “Algunas consideraciones político-filosóficas sobre la democracia”. Quince años después, he realizado mi tesis doctoral sobre el potencial en la educación ético-cívica de las TIC y he iniciado una amplia reflexión sobre cómo las mismas están transformando nuestra forma de vida. Con todos estos temas tiene que ver directamente el fenómeno del 15 M. Desde que apareció en escena con sorprendente fuerza la semana pasada lo he seguido a través de la Red y los medios de comunicación; pero como sus promotores no dejan de advertir que éstos ofrecen sobre el mismo una visión “manipuladora”, he querido vivirlo, aunque sea solo por una noche, allí donde tiene su epicentro.
El trayecto ha durado casi seis horas. He aparcado cerca de Atocha y, en vez de querer hacer a pie el Paseo del Prado y la Carrera de San Jerónimo, ansioso por llegar cuanto antes, he cogido el metro.
Al salir de la boca cuyas bóvedas acristaladas se han terminado de cubrir en las últimas horas con variopintos papeles reivindicativos, descubro ante mí un microcosmos como jamás había imaginado. Me resulta harto difícil dar cuenta en un par de hojas de una pequeña parte de cuanto en él acontece. Hay miles de personas. No sé calcular cuántas con más exactitud. La mayor parte son jóvenes. De éstos, aproximadamente la mitad puede que estén cursando estudios universitarios o los hayan terminado ya. El resto lo componen curiosos, turistas, unos pocos hippies o “alternativos”… En los espacios abiertos se transita con fluidez y aunque la temperatura ronda los 25ºC, no da sensación de agobio. La zona de carpas y lonas se asemeja a un zoco árabe, porque es laberíntica y hay multitud de puestos repletos de enseres de lo más diverso por todos los lados. Tengo la impresión general de estar dentro de un caos en el que todo está muy bien organizado y pronto pierdo la noción del paso del tiempo.
Me dirijo, en primer lugar, a la “Comisión de información”. Pregunto a qué hora es la próxima asamblea y la chica que me atiende como si estuviera en la ventanilla de alguna  administración, me responde amablemente que a las diez de la mañana, puesto que la que se celebraba cada día a las ocho de la tarde, se ha “descentralizado”, y ahora tiene lugar en los barrios y ciudades. Lo que sí hay es una especie de foro abierto frente al edificio con grandes carteles revolucionarios al comienzo de la Calle Preciados. En él, distintos oradores u oradoras toman el micrófono para exponer sus demandas.
Por megafonía se oyen cada poco tiempo anuncios sobre varios eventos programados. También se hacen llamadas al no consumo de alcohol dentro de la plaza. Pero la gran cantidad de hombres y mujeres asiáticas intentando vender latas de cerveza,  hace a algunos pocos caer en la tentación. Es frecuente ver a alguien liando un cigarrillo con sus dedos. Lo cierto es que salvo en raras ocasiones no huele en el aire a derivados del cannabis.
En cada rincón hay escritas ingeniosas críticas contra los pilares fundamentales de nuestro sistema y sus máximos valedores. Asimismo hay letreros que indican la existencia de talleres artísticos, sala de masajes, huerto ecológico, zona donde se puede descansar o dormir (dentro o fuera de pequeñas tiendas de campaña)… Paso por delante de la enfermería. No hay nadie que requiera atención sanitaria. La media docena de policías apostados junto a tres furgonetas delante de la fachada del Ayuntamiento se muestra en actitud relajada. Un cuarteto emite sonidos con diyididus, en otros corros se tocan tambores africanos, un pequeño grupo asiste a la proyección de un documental sobre la comunidad saharaui.
Dan las doce y se guarda un minuto de silencio en sincronía con las demás acampadas de nuestra geografía. Antes de que acabe la gente alza sus manos y las gira a un lado y a otro. Me habla una jubilada de Gran Canaria que, con su marido, se halla de paso por Madrid: “Es la tercera noche que venimos; nos parece maravilloso y único; nuestro hijo está en Nueva Zelanda, ha estudiado sociología y lo sigue a través de Internet”.
Abandono media hora la plaza para comer algo. Me sale al encuentro un hostal y reservo una habitación, por si acaso…
Cuando regreso me acerco a la biblioteca, formada por tres estanterías llenas de libros, una mesa con prensa del día, butacones, sillas y alfombras para sentarse. Comienzo a redactar este escrito. Al cabo de un rato se acomodan al lado dos españoles que empiezan a hablar alto con dos alemanes sobre nuestras costumbres. Me levanto y continúo deambulando. Charlo con un muchacho sobre cómo puede evolucionar esta acampada. En otros círculos se dialoga en torno a los requisitos que debe reunir una democracia real. Me vienen a la mente recuerdos de lo tratado estos últimos días con mi alumnado en las clases de Filosofía. Escucho las guitarras con letras de cantautores estadounidenses y el Sweet home Alabama versionado por los gallegos de Siniestro Total.
A las tres busco un sitio donde tender la manta que me he traído para dormir un poco. Pero entre el bullicio que no cesa, la excitación mental que me embarga y la responsabilidad que supone el tener que ponerme al volante en cuanto amanezca, me hago cargo de que es mejor desistir y hacer uso de la cama. No obstante me da pena tener que irme.
Nada más tumbarme intento a asimilar todo lo que he visto. Al cabo de un rato, en un estado más bien semionírico, me doy este balance provisional:
Ha sido como un viaje a Utopía. Pero ha tenido lugar a los pies de la mismísima estatua ecuestre de Carlos III. No sé si esta ilusión continuará, si será un germen que va a expandir sus frutos hacia los cuatro puntos cardinales. Más pienso que si se ha hecho realidad esta primavera, a partir de ahora puede volver a reproducirse. Lo mejor es que ha congregado a gentes con mucha calidad humana y con muchos proyectos y sueños. Unos los comparto y otros no. Sin embargo creo que merecerá la pena acudir de nuevo a su llamada cada vez que traten de lograr que quienes gestionan la política, la economía y nuestra cultura se avengan a construir con la ciudadanía un mundo mejor.


lunes, 23 de mayo de 2011

Día después

Las urnas han hablado. El pueblo sigue haciéndolo en los lugares de encuentro.

viernes, 20 de mayo de 2011

Jornada de reflexión

Stéphane Hessel, de 93 años, uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos tras haber sufrido los horrores de la ocupación de Francia por las tropas de Hitler, publicó el año pasado un escrito titulado Indignez-vous. En marzo de este año llegó a las librerías españolas, prologado por José Luis Sampedro. Algunas de las personas que lo han leído y otras muchas, a título individual o pertenecientes a distintas organizaciones que muestran de distintas maneras su descontento hacia la situación económica, política y cultural que se vive actualmente en nuestro país y en el resto del mundo, acudieron el pasado domingo a la concentración convocada en la Puerta del Sol de Madrid y en otras ciudades españolas por el movimiento 15 M. Desde entonces hasta hoy, el número de simpatizantes que éste ha ido acaudalando, como muestran las acampadas que se han sucedido en los lugares más emblemáticos de la gran mayoría de capitales de nuestra geografía e incluso allende nuestras fronteras, ha crecido extraordinariamente hasta el punto de convertirse en un fenómeno del que se hacen eco los principales medios de comunicación internacionales. Son muchas las reivindicaciones que proclama a los cuatro vientos. Todas dicen tener como núcleo la exigencia de un desarrollo real de la democracia.
Este domingo la ciudadanía llamada a las urnas tendrá una gran ocasión para actuar al respecto, emitiendo su voto a favor de alguna formación política, absteniéndose o votando en blanco. Pero el ejercicio de la que quizás solo sea “la menos mala de las formas de gobierno”, debe continuar con renovada fuerza a partir de ahí, porque por definición puede considerarse, ante todo, eso: una constante participación del pueblo en la gestión del poder.


jueves, 19 de mayo de 2011

Un buen momento

Es primavera, hay una convocatoria a las urnas el próximo domingo y el final del curso ya se ve cerca. Llevaba algún tiempo pensando en la posibilidad de crear una bitácora personal y los acontecimientos que están teniendo lugar estos días me incitan poderosamente a no esperar a las vacaciones, con más tiempo por delante, y a hacerlo ya. Me refiero, claro está, al movimiento 15M o como lo queramos llamar. No sé si es tan espontáneo como se pinta, si habrá detrás determinados intereses políticos, si se irá difuminando con el paso de los días… Lo que sí creo es que merece la pena poner mi granito de arena, unirme a una marea humana que exige que nuestros políticos actúen como representantes del pueblo, que quiere poner freno a ese capitalismo exacerbado que nos ha sumido en la grave crisis económica que toca vivir, que reclama una cultura más digna y que busca soluciones y alternativas a fin de construir, de ahora en adelante, un mundo mejor.
A primera hora de esta mañana, en clase de Filosofía y ciudadanía, en el marco del tema que nos compete tratar a estas alturas, curiosamente el dedicado a definir qué es la democracia, he hablado con mi alumnado sobre lo que está pasando y éste, habiéndose informado en las últimas horas, ha puesto atención, ha debatido, ha aportado interesantes propuestas y me ha dado a entender que es consciente de lo que hay en juego.
Hemos escuchado la canción de Ismael Serrano “Papa cuéntame otra vez”, y me parece que nos hemos sentido un poco herederos de aquel mayo francés. No sé si por mucho tiempo… Pero ha sido un buen momento.
La dejo aquí al lado, junto con otro video sobre la educación que ha elaborado una compañera.
Espero tu participación.