Ha pasado un año desde mi anterior publicación en este blog. Los
árboles de los que hablaba en ella han crecido, si bien aún no dan toda la
sombra esperada. Y sigo muy ocupado con las demás responsabilidades cotidianas.
Pero el principal motivo de mi dilatado silencio no es ese sino, más bien lo
poco que me siento atraído por el panorama político a fin de pararme a
comentarlo. Sí hay una proclama que he leído hoy en la prensa y que ayer oí en
algún telediario que me ha ayudado a salir del letargo, aunque también es
verdad que tenía puesto el despertador para asistir a la celebración del cuarto
aniversario del 15M: la de que Podemos es la formación que se considera
legítima heredera de aquel movimiento. Vaya por delante que si hasta ahora no
me he pronunciado por el partido que ha supuesto una revolución sin precedentes
en la política española, ha sido no tanto a la falta de estímulo de la que
hablaba al principio cuanto a que todavía no tenía clara mi postura al
respecto. Pero a medida que han ido transcurriendo los meses, se me han
despejado las dudas y a estas alturas, si quiero decir ya algo, encauzándolo a
través de la siguiente pregunta: ¿Dónde estaba ayer el señor Iglesias? No se le
vio por la Puerta del Sol, cantando el cumpleaños feliz con el escaso centenar
de personas que sí se congregaron el lugar del más que simbólico nacimiento.
Tampoco estuvo, por ejemplo, aquí en Villena, intentando reactivar uno de los
muchos “círculos” que se han apagado con el paso del tiempo (habiéndole pedido
Monedero, quizás el más importante ideólogo de la formación, al retirarse hace
una semana, que prestará más interés a las bases que fueron la fuerza
originaria). Estuvo en Valencia, en un acto de campaña electoral, con “Cambio
de tono –Tal como él mismo confesó- porque en la Universidad me transformo, no
es el espacio para los mítines”.
Y eso eslo que más me llama la atención del
promotor de La Tuerka: su capacidad de adaptación, o lo que es lo mismo, la
habilidad que ha demostrado tener para moldear el discurso en función de quien
está delante… o de la circunstancia. Unido a esto, también me ha sorprendido
ver junto a él, ocupando un puesto de relevancia en el aparato de la Comunidad,
a una persona a la que conocí hace algún tiempo, de la que tan sólo diré, como
profesional de la enseñanza, que no me representa. En fin, que veo en la que
muchos consideran la esperanza en las próximas elecciones, a una formación que se
ha vuelto cada vez más personalista. Si a esto le unimos el ideario sobre el
que se asienta y la falta de definición de su programa en muchos aspectos
esenciales, creo que habrá que seguir esperando la llegada de nuevos lideres
que sepa acaudalar más adecuadamente el espíritu de la Spanish Revolution.
Del resto de fuerzas políticas, mejor no
hablo, porque considero que al final, unas
y otras están desarrollando el mismo juego: el del hacerse con todos los
votos posibles para repartirse luego el
poder. Cierto es que la declaración de intenciones expresada por la otra gran
novedad que es Ciudadanos, supone algo de aire fresco en la más que viciada
atmósfera que, tras los últimos escándalos se estaba haciendo irrespirable como
nunca. Pero prefiero esperar a ver si desemboca en una auténtica corriente
regeneradora o si amaina y se torna calma chicha. A Rosa Díez, le deseo ánimo
para que aguante su tempestad.
Para terminar, mi abrazo a todas
aquellas personas con esa buena voluntad de la que hablaba Kant, que hace
cuatro años se levantaron y empezaron a quitar piedras en un camino por el que
todos podríamos caminar encontrándonos mejor con un bello horizonte a lo lejos.