viernes, 15 de mayo de 2015

La herencia



Ha pasado un año desde mi anterior publicación en este blog. Los árboles de los que hablaba en ella han crecido, si bien aún no dan toda la sombra esperada. Y sigo muy ocupado con las demás responsabilidades cotidianas. Pero el principal motivo de mi dilatado silencio no es ese sino, más bien lo poco que me siento atraído por el panorama político a fin de pararme a comentarlo. Sí hay una proclama que he leído hoy en la prensa y que ayer oí en algún telediario que me ha ayudado a salir del letargo, aunque también es verdad que tenía puesto el despertador para asistir a la celebración del cuarto aniversario del 15M: la de que Podemos es la formación que se considera legítima heredera de aquel movimiento. Vaya por delante que si hasta ahora no me he pronunciado por el partido que ha supuesto una revolución sin precedentes en la política española, ha sido no tanto a la falta de estímulo de la que hablaba al principio cuanto a que todavía no tenía clara mi postura al respecto. Pero a medida que han ido transcurriendo los meses, se me han despejado las dudas y a estas alturas, si quiero decir ya algo, encauzándolo a través de la siguiente pregunta: ¿Dónde estaba ayer el señor Iglesias? No se le vio por la Puerta del Sol, cantando el cumpleaños feliz con el escaso centenar de personas que sí se congregaron el lugar del más que simbólico nacimiento. Tampoco estuvo, por ejemplo, aquí en Villena, intentando reactivar uno de los muchos “círculos” que se han apagado con el paso del tiempo (habiéndole pedido Monedero, quizás el más importante ideólogo de la formación, al retirarse hace una semana, que prestará más interés a las bases que fueron la fuerza originaria). Estuvo en Valencia, en un acto de campaña electoral, con “Cambio de tono –Tal como él mismo confesó- porque en la Universidad me transformo, no es el espacio para los mítines”.
Y eso eslo que más me llama la atención del promotor de La Tuerka: su capacidad de adaptación, o lo que es lo mismo, la habilidad que ha demostrado tener para moldear el discurso en función de quien está delante… o de la circunstancia. Unido a esto, también me ha sorprendido ver junto a él, ocupando un puesto de relevancia en el aparato de la Comunidad, a una persona a la que conocí hace algún tiempo, de la que tan sólo diré, como profesional de la enseñanza, que no me representa. En fin, que veo en la que muchos consideran la esperanza en las próximas elecciones, a una formación que se ha vuelto cada vez más personalista. Si a esto le unimos el ideario sobre el que se asienta y la falta de definición de su programa en muchos aspectos esenciales, creo que habrá que seguir esperando la llegada de nuevos lideres que sepa acaudalar más adecuadamente el espíritu de la Spanish Revolution.
Del resto de fuerzas políticas, mejor no hablo, porque  considero que al final, unas y otras están desarrollando el mismo juego: el del hacerse con todos los votos  posibles para repartirse luego el poder. Cierto es que la declaración de intenciones expresada por la otra gran novedad que es Ciudadanos, supone algo de aire fresco en la más que viciada atmósfera que, tras los últimos escándalos se estaba haciendo irrespirable como nunca. Pero prefiero esperar a ver si desemboca en una auténtica corriente regeneradora o si amaina y se torna calma chicha. A Rosa Díez, le deseo ánimo para que aguante su tempestad.
Para terminar, mi abrazo a todas aquellas personas con esa buena voluntad de la que hablaba Kant, que hace cuatro años se levantaron y empezaron a quitar piedras en un camino por el que todos podríamos caminar encontrándonos mejor con un bello horizonte a lo lejos.

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